Hace mucho que no escribo por escribir. Estoy en tantos sitios, haciendo tantas cosas y pensando en mil temas que casi ni me acuerdo de cuando usaba este blog simplemente para escribir.
Hace poco me dio por rememorar entradas antiguas, ver el tipo de entradas que había antes, lo que hacía, lo que pensaba... es innegable que en estos siete años de publicación muchas cosas han cambiado, y entre ellas la tónica con la que miro y publico en los espacios de la red.
Lo bonito de empezar una andadura por estos lugares, ya sean blogs, videoblogs o antiguamente el ya zombificado fotolog es la inocencia con la que uno se sienta delante del teclado. Cuando se empieza un proyecto de este tipo, la máxima aspiración que se ha de tener en la mente es la de pasarlo bien con los cuatro amigos que sabes que van a leerte. En ocasiones hay gente que, viendo el éxito de grandes bloggers, empieza el suyo esperando a largo o incluso a medio plazo el poder vender su "producto" y alcanzar una fama similar.
No creo que esta sea una buena forma de iniciar algo así.
Aunque a primeras no lo parezca, se puede distinguir un blog (o videolog, podcast, webcómic, novela online o incluso una cuenta de twitter) hecho por una persona que quiere pasar un buen rato a una que piensa en si lo que va a publicar va a gustar al público medio o no. No voy a criticar ni una mentalidad ni otra, simplemente puntualizar que los resultados son diferentes.
Si bien es cierto que aquel que entra en el mundillo con la idea de dirigirse a un público extenso acaba por formar un producto más "profesional", no termina de tener el punto de inocencia que a mi, particularmente, me encanta.
Personalmente, cuando busco obras, blogs, vídeos o cómics personales por internet no busco un producto en sí mismo, busco a una persona que hace una obra. He leído muchos artículos de muchos tipo de personas, y finalmente he podido llegar a la conclusión de que aquellas obras o proyectos que más me gustan son aquellas que no están hechas, en principio, para que yo y el resto de público medio ajeno al autor, las lea. Están hechas porque a su autor le gustan, le divierten o simplemente le apetece hacer en un momento dado.
Son webs y sitios frescos, agradables, sin pretensiones y sin ideas de acaparar premios o menciones especiales. Son webs de gente normal, y en su normalidad es en donde radica su punto extraordinario: el punto de poder empatizar.
Se que hay gente alucinante que comparte sus libros, sus cómics, sus ensayos y reflexiones. Gente ante la cual yo me quito el sombrero, gente con grandes dones para la literatura, pintura, arte, guionistas, monologuistas... gente profesional que sube su producto a la web de forma altruista y cercana con la única pretensión de entrener.
De entretener a los demás, pero no necesariamente a ellos mismos.
No quiero que se me malinterprete, me encanta este tipo de gente, soy seguidora fiel de muchas webs que ofertan este tipo de entretenimiento, y lo seguiré siendo.
Pero no dejo de inclinarme ante todas aquellas personas anónimas, que no son famosas, que no tienen miles de seguidores en sus blogs o en sus twitters, que simplemente escriben su día a día, que suben sus pequeñas obras porque simplemente se siente orgullosas de ellas o porque les gusta verlas en otro lugar que no sea su escritorio personal.
Esas personas son a las que más disfruto siguiendo. Porque son gente que no pretende venderme nada, porque simplemente dejan sus pensamientos en la red, sin esperar realmente a que nadie los encuentre... pero cuando alguien los encuentra, lo reciben con una cálida sonrisa y un más que ilusionado "gracias por tu comentario".
Porque, como bien se dice en la última película de los maravillosos Muppets, "el que no sepas que talento tienes, no significa que no lo tengas". Esta gente, que es tan extraordinaria por hacer interesante lo ordinario, tiene el talento de compartir, el talento de ser cercano a sus lectores por escasos que sean, y el talento de poder ver en un día normal una razón para postear, grabar o dibujar.
A raíz de todo esto, he de confesar que llevaba tiempo pensando en darle el cierre a este blog. A medida que ha pasado el tiempo he empezado a preocuparme más por el lado "comercial" de mis trabajos que por disfrutarlos en si. En el fondo tampoco está del todo mal, ya que aumenta el grado de profesionalidad y compromiso, y, al fin y al cabo, el objetivo final sigue siendo el de entretener a la gente, solo que de una forma mucho menos personal.
Había pensado la forma de cerrarlo, con un vídeo recopilatorio con música de Final Fantasy. Hasta había empezado a grabarlo y prepararlo... pero al leer a esta gente... esta gente extraordinaria por hacer de lo ordinario algo maravilloso me he dado cuenta de lo errada que he podido llegar a estar. No por el hecho de cerrar el blog, sino por llevar el camino que casi me lleva a hacerlo: me estaba preocupando más por la aceptación que podía tener cada post que por el hecho de disfrutar escribiéndolos o dibujándolos. Todo lo que yo reprochaba, todo lo que no quería llegar a pensar... pues lo pensé.
Esta gente me ha hecho ver que no pasa nada por tener el blog abandonado meses, que no pasa nada por perder lectores, que no pasa nada por actualizar con una estupidez aleatoria y referencial que a lo mejor solo te hace gracia a ti y a cuatro personas más... NO IMPORTA.
LO ÚNICO VERDADERAMENTE IMPORTANTE ES ESCRIBIR, DIBUJAR O GRABAR LO QUE QUIERAS Y CUANDO QUIERAS. Quizá no lo vea nadie, quizá lo vea mucha gente. Pero eso que acabas de subir será algo fresco, espontáneo y cercano. Será algo normal y extraordinario a la vez.
Si hubiese cerrado este pequeño espacio habría cerrado la única ventana que me quedaba abierta en donde se me puede ver tal y como soy, sin esperar aprobación ni rechazo. Sin esperar nada, pero recibiendo a todo aquel que quiera pasarse.
Proyecto Jhakeva, Rotoscopia, Gameland, Quiero ser una chica de Videojuego, Level Up, incluso mi cuenta en twitter... todo eso lo mantengo por y para entretener a los demás. Es mi obra comercial. Es mi obra "profesional". Quizá no sea muy impresionante, pero es así.
Pero esto... esto no. Esto no es profesional, no es comercial. Y por querer transformarlo en algo así, casi lo pierdo.
No se cuanta gente se seguirá pasando por aquí, pero seguramente muchas menos de las que recuerdo, o incluso ninguna. Aun así, aunque este post no tenga apenas lecturas y menos comentarios, lo quiero dejar. Lo quiero subir, porque es parte de mi, como una persona normal que quiere escribir.
Gracias a todos aquellos y aquellas que siguen con el espíritu inocente de compartir sin esperar recibir nada realmente, y muchos ánimos a todos aquellos escritores, articulistas, dibujantes, dobladores y videoblogers que desde el anonimato compartís algo de vosotros con todo aquel que se cruce con vuestros espacios.
Valéis mucho, y sois únicos dentro de la inmesidad de la red.