jueves, noviembre 10, 2011

El Autor.


El texto que voy a exponer aquí es solo una opinión. O más bien, un consejo. No referencio a nadie ni pretendo hacerlo, pero si os sentís identificados con algo… pensad y meditad en lo que estoy diciendo. Quizás os ayude… o quizás no. Es solo una opinión :)


A lo largo del tiempo que llevo en el mundillo de los webcómics, o cómics, en general (que no es mucho, pero algo llevo), he podido encontrarme y clasificar a los diferentes autores en tres subtipos:


- Primero tenemos el que he denominado “autor comercial”. Este tipo de autor se te presenta un buen día con su cómic y te empieza a soltar toda una colección de auto-piropos a sí mismo: “¡mi cómic tiene una historia que no se ha visto nunca!” “¡mi dibujo es supercalifragilístico y mi manejo de los filtros de fotochó está a nivel HEMAN!”

Ante este tipo de autor, generalmente, se le suele responder con un “ah, vaya, que guay!” mientras se piensa “se va a leer tu cómic tu abuela… si tuvieras”. O BIEN... ¿qué ocurre cuando un autor pone por las nubes su obra, a nivel estratosférico? Pues que si te atreves a leer esta obra lo primero que hace es BUSCAR FALLOS, porque tenerlos, los tendrá, y si te restriega por la jeta que tu obra (si eres autor) es posiblemente una mierden comparada con la suya, pues lo primero que haces es buscar razones para hacerle ver que NO. Vamos, que puede que te leas el cómic… pero te importa un foié de pato lo que te esté contando o de que trata. Te centras en todos y cada uno de los fallos que tenga. Porque ojo, que los tendrá. Como todos.


- El caso opuesto es el “autor suicida”, que es el se te presenta diciéndote “hola, esta es mi obra… y es una mierda, lo sé” O bien “No se dibujar y la historia no es muy buena, pero este es mi cómic…” O incluso “No me gusta mi estilo, ni como me ha quedado nada… pero es lo que tengo”

Pero vamos a ver, alma de cántaro… ¿cómo demonios quieres que la gente te lea, si lo primero que les dices es que NI TU LO HARÍAS? ¿De verdad es eso lo que buscas cuando te pegas la currada que es hacer un webcómic? La modestia es buena, necesaria, pero la automutilación solo conseguirá lo que consiguen todas las mutilaciones: desagrado. Ni con un palo, vamos. Si ni tú te crees lo que estás haciendo, no esperes que los demás lo hagan.


- Por último, tenemos “el Autor”, a secas. Este autor lo que hace es: te presenta su cómic, y te dice: “ESTE ES MI CÓMIC".


...


Y ya está. Te lo deja delante. A veces te comenta un poco de qué va la historia… pero no más. Punto. Si quieres saber más, tendrás que averiguarlo tú mismo.

Señores, en mi humilde opinión, ante estos tres casos, el único cómic que yo leería… sería el tercero. El Autor.

No me importa la opinión que tenga sobre sí mismo. Me da igual si considera su obra como buena o mala. Lo que me importa de verdad, lo verdaderamente relevante al final para mi es CONSTRUIRME MI PROPIA OPINIÓN SOBRE ÉL, ¿y cómo lo hago? Leyendo su cómic. Tendrá una buena historia, o no, o un gran dibujo… o quizás sea muy simple. Pero me leeré su cómic. Porque es el suyo, y lo muestra con la cabeza alta, orgulloso de su trabajo, pero sin prepotencia, y decide compartirlo contigo. Puede que te guste o no, pero como mínimo merece ser leído.

Y que la gente elija leer tu cómic entre todos los demás… es un logro. Es el logro más necesario de todos: atraer al lector.

Hagamos un símil:

Tenemos tres puertas.



La primera de ellas es ésta, cerrada a cal y canto. Una puerta cerrada te prohíbe ver lo que hay dentro, categóricamente. Puede que lo prohibido en un principio atraiga, pero si intentas abrir la puerta y la encuentras cerrada con llave, al segundo o tercer intento te aburres y vas en busca de alguna otra puerta.

Esta es la puerta de los Autores Suicidas: ponen tantas trabas a su obra, se autocritican tanto y se valoran tan poco, que nunca nadie podrá saber que se esconde tras esa puerta. No leerán su obra, porque no pueden.





Esta puerta abierta de par en par es la del Autor Comercial. Miras. Ves lo que hay. “Uy, que bonito”. Lo miras un rato más, compruebas si es lo que te han vendido (generalmente, NO)… y te vas. En ocasiones puedes entrar en esa puerta… para encontrarte con otra igual de abierta. A la tercera, como mucho, te aburres porque lo sabes todo. Sabes lo que vas a ver, lo que vas a encontrar y como. Y nunca será como esperabas, porque el que te ha dicho lo que encontrarías NO TIENE LA MISMA VISIÓN QUE TU, así que tu forma de ver esa realidad será diferente. Así que te desilusionas, das media vuelta y te vas por donde has venido.

Darlo todo por sentando, suponer que ya lo sabes todo y que no te queda por mejorar, y vender tu obra como el cúlmine de tu carrera de una forma tan abierta y directa lo único que conseguirá será apartar a la gente de tu cómic, ya que por muy bien que tu lo veas cada persona tiene una visión distinta de las cosas, cada uno tendrá sus gustos, sus opiniones: les estarás engañando vendiéndoles “el comic de su vida” cuando seguramente, no lo sea. No te van a leer.



Y aquí tenemos la puerta que me gusta.




La puerta a la que yo me acercaría, a la que me asomaría, la que querría abrir. El ser humano tiene un rasgo muy caracterísitico: la curiosidad. La curiosidad de ver aquello de lo que solo se te ha mostrado una pequeña parte… “ESTE SOY YO… ESTE ES MI COMIC… ¿QUIERES ENTRAR… Y LEERLO?” No se que habrá detrás de esa puerta, pero me están invitando a entrar. No me avasallan con propaganda barata ni me atormentan con las cosas feas que puede haber dentro… simplemente me INVITAN A ENTRAR.

Alimentan mi curiosidad.

Esa es la clave: haz nacer la curiosidad de dentro de tus lectores. Deja que ellos sean los que quieran entrar en tu mundo, de forma tranquila. Cuando puedan. Cuando les apetezca. Y una vez que ya estén dentro… asegúrate de que se encuentren cómodos.

Y entonces, se quedarán contigo.


18 comentarios:

Chuck Draug dijo...

Me siento identificado con este texto. Vamos, tanto que cuando has hablado del "autor suicida" me he enfadado conmigo mismo. Por gilipollas, que fui durante mucho tiempo gilipollas.

Yo hace un tiempo que pasé del estado dos al tres... y sí, lo de la autohumillación luego lo empecé a hacer de coña, pero cuando alguien no pilló la broma supe que había que librarse de ello, aunque ya no fuese en serio.

Y ya está. Uno hará lo que le guste, si sigue es porque está a gusto y quiere llegar a los demás, por eso publica en Internet. El problema está en cómo reaccionará luego a los comentarios, si de verdad se los tomará a bien o si se enfadará. Pero cada persona es un mundo y lo importante es decir "hola, buenas, esto es lo que yo hago, si te gusta, bien, si no, pues bien también, yo mientras tanto seguiré adelante, porque puedo mejorar a pesar del trabajo hecho".

Porque todos podemos mejorar, seamos engreídos, autohumillados o normales.

Deka Black dijo...

Esto mismo, me lo contó hace un par de años un currante de la tecla. un escritor. de los que se ganan la vida escribiendo. No bestsellers. Pero se la ganó.

Lo que hay que hacer es crear curiosidad.

Y el simil de la spuertas me encanta, diablos.

lory dijo...

Me gusta mucho tu opinion y la comparto enteramente, porque siendo estudiante de artes, se de que va la cosa xD

Sigue asi :D

Ana dijo...

Genial,, no lo explicaría mejor ^__^

Andrés Ortega dijo...

La verdad es que tienes toda la razón... Yo hace mucho tiempo que dejé de dibujar cómics, ya que me trabajo me exige una dedicación completa. Pero sí es verdad que en el tiempo que estuve en el mundillo me encontré con todos los tipos de autores, me viene a la memoria un amigo que estaría catalogado entre el autor suicida, y su obra era buenísima... también otro se le podría considerar autor comercial, ese nos caía muy mal a todos...
Independientemente de la categoría de autor, yo siempre he dicho que existen dos formas de triuanfar en el arte, sea cual sea el campo artístico. La primera, y más difícil, es ser muy bueno, y la segunda es la provocación o la innovación... en fin, un saludo.

Tréveron dijo...

P-pero... pero mi webcómic es realmente la hostia... xDDD

Muy cierto, en esta vida, donde todo es tan relativo, la actitud puede ser determinante.

Anónimo dijo...

Tienes mucha razón Miriam. Yo digamos que tengo más bien la mentalidad del Autor suicida (Vaya nombrecito XD) porque la mayoría de las veces, aunque te esfuerces mucho, sabes que tu obra no es gran cosa (Porque la comparas con otras por lo general), y aunque te gustaría que te leyeran, prefieres advertir a la gente un poco lo que se pueden encontrar, para que no malgasten su tiempo o dinero sin saber que lo que van a ver no es nada del otro mundo. Como dices, no mucha gente abrirá la puerta, pero por lo menos los que decidan abrirla (Si lo hacen) sabrán lo que puede haber detrás. Pienso que estos tres casos que has escrito no solo se ajustan a los webcómics, sino a muchas otras materias. La verdad es que me ha hecho pensar el artículo, ha estado bien:), son grandes verdades.

Belsan dijo...

Muuuuuy cierto. Sí que le estás sacando jugo a tus experiencias semiapofesionales ^^

Lo gracioso es que, casi siempre, los autores-comerciales son por dentro autores-suicidas. Están tan aterrados de que su obra sea mala que se intentan autoconvencer de que no lo es, haciendo lo posible por convencer a los demás. Lo cierto es que normalmente sólo consiguen un portazo en la napia.

Es cierto que a veces es difícil ser positivo respecto de tu propia obra, como dice el anónimo arriba de moi, porque hay tantas otras allá afuera y de tanta calidad... (cuando acabé de leer La Regenta me di cuenta de que nunca sería tan buena como Clarín. Y tuve una rabieta XD). Pero eso no importa. Siempre hay que dar lo mejor de ti mismo, nunca estar satisfecho del todo, pero lo suficiente como para querer tu obra. Eso es lo más importante. Así, sí que puedes ir al editor y decir "ESTE ES MI CÓMIC" (o book o novela o insértese).

La putada (y esto es una anécdota personal, por desgracia) es cuando presentas la obra, no dices nada, cruzas los dedos y el editor te dice "Ah, sí... podremos venderlo en el mercado juvenil. Hay mucha demanda de este producto desde lo de Crepúsculo". Y tú te quieres convertir en un autor suicida de verdad XD

Tú sigue al pie del cañón. Tal vez algún día vaya por Imágenes o Futurama y me cruce con uno de esos tomos de estilo manga pero factura europea, y resulte ser tuyo ^^

PS: Estás guapísima en la foto!

Lenne dijo...

Yo no escribo/dibujo cómics, pero creo que lo que has escrito se puede extender a cualquier otro campo de creación artística :) un beso!

Unknown dijo...

A lo mejor es ya por deformación profesional, pero seguro que no estás hablando del amor? xD

Nixarim dijo...

No, no estoy hablando del amor, pero este artículo se puede aplicar a cualquier ámbito artístico. El amor... puede ser un arte jejeje

GG dijo...

¡Gracias por estos consejos!
Me estoy planteando en hacer un cómic y este material me resulta muy útil.

Aparte: Ya que tienes más experiencia en el dibujo que yo, me gustaría que mirases mi deviantart y me dijese que te parecen mis dibujos, si no es mucha molestia, lo apreciaría mucho.
Este es: http://kuroikawaii.deviantart.com

Saludos

uelman dijo...

Yo si tuviera un comic me identificaria con el autor suicida. El problema es que aunque a mi me guste un dibujo que he hecho, me sigue pareciendo que es malo, porque cualquiera puede hacerlo mejor =P

María J. Montiel dijo...

Cuanta razón tienes, Myriam. Me encantan tus reflexiones y, ciertamente, viéndolo desde tu punto de vista, me has enseñado bastante. El Autor Comercial es, creo, lo que más abunda dentro de la literatura y todo el mundo comercial basado en papel y diseño gráfico...; no obstante, opino que, ciertamente un autor mima a sus obras y, de hecho, tanto, que pueden llegar a considerarlas perfectas, algo así como la conocida "Ceguera del Creador". Hay autores que aunque no lo digan, ven otras obras y piensas: "Buf..., la mía es mejor"; pero al menos tienen la decencia de ser humildes, aceptar críticas constructivas y demás...; aunque cada autor es un mundo.

Yo, en mi opinión, los que más detesto son los autores suicidas. Realmente, estas personas si quieren ganar algo más que el hecho de que otros sientan pena por él, deberían desaparecer y, no en el sentido literal; sino pasarse al último grupo que has comentado porque... ¿Qué razón tienen para acribillar a su propia obra? Están haciendo una contribución al mundo..., por ínfima que sea: lo que ellos hacen es cultural. Cierto es que habrá personas que no lo sepan apreciar; pero si ellos empiezan ya, desde el principio, a restar el valor de su propia creación, las personas pasarán de querer echarle un vistazo al completo desinterés y, por consiguiente, a una depresión bien buscada del autor. Yo, por mi parte, cada vez que me topo con esta clase de autores, intento decirles que su obra es importante, comparándolas con los inicios de Picasso, por ejemplo (no las obras, sino sus inicios). Son obras diferentes que, deben agradar a su creador..., si las hacen para todo lo contrario, no les entiendo...

Y bueno, el último grupo, el autor a secas, es el que yo llamo el indiferente. Te hace una presentación objetiva de su obra y no te invita a nada..., te lo señala con el dedo y ale, ahí lo tienes: "Si lo compras, genial..., sino pues... ¿qué se le va a hacer?"

En pocas palabras, comparto tu mismo punto de vista, Myriam. Las obras hay que saber venderlas y hacerlas interesantes y agradables al público. Dejar la puerta entreabierta siempre es una buena opción: el que está fuera puede echarle un vistazo por la curiosidad que anida en cada uno de nosotros, y lo que está dentro, aguarda a ese espectador.

No habrías podido describir y ejemplificar mejor como está el mundo de la creación gráfica, (ya sean comics, libros, ilustraciones etc) como lo has hecho tú. Me encanta pasarme por aquí cada vez que publicas algo para leerlo y disfrutar de tu mente creativa/objetiva, sigue así ;)

María Montiel

Unknown dijo...

Tienes un premio en mi blog:

http://pervermayu.blogspot.com/2011/11/premio-sweet-blog.html

HRM dijo...

Mis felicitaciones por este texto querida Miri, te aseguro que en lo que llevo en el mundo del cómic en general, tanto de papel como online, me he encontrado tipejos a los que me han dado ganas de enviarles la parte correspondiente al autor comercial. Por increíble que parezca, un mundo tan humilde, sencillo y aparentemente divertido como éste, es una auténtica selva de batallas entre egos y con una competitividad que roza lo surrealista. Sin embargo, siempre queda gente dispuesta a hacer esto por puro placer y sin má sintención que evolucionar y aprender, cosa que salva un poco los muebles.

¡A ver si un día de éstos puedo retomar proyecto jhakeva que lo dejé a medias y estaba muy interesante! ;)

Besos desde BCN linda.

Cere_Ender dijo...

simplemente, me encanta este texto.

yo quiero identificarme con el ultimo.

Lucybell dijo...

La verdad es que soy un poco "autor suicida" aunque lo hago más bien por vergüenza, por si los demás piensan que me estoy echando flores. Pero bueno, me ha gustado el texto y estoy dispuesta a cambiar :)
Me ha gustado tu blog, lo seguiré (si quieres pásate por el mio, que siendo góticas las dos seguro que tenemos cosillas en común, aunque sean diminutas xD)