Inspiración, llega cuando le da la gana...

Generalmente no uso el blog para comentar dibujos (que para eso ya están las galerías), y tan solo los uso para decorar y que quede bonito.
Sin embargo, esta ilustración es diferente...

Quien conozca o visite de vez en cuando mi galería en DA, sabrá que de tanto en tanto saco alguna ilustración de la colección que estoy intentando llevar a cabo, Wedding in Blood. De momento, la colección solo tiene tres ilustraciones (The Wife, Promise y Augury). Esta corresponde a la tercera, Augury (los nombres están en inglés porque la galería es americana).

La obsesión que tengo yo con este dibujo es muy sencilla: se me ocurrió de repente, mientras hacía algo completamente distinto, y hasta que no lo hice no me lo pude quitar de la cabeza. Es una de esas ideas que te asaltan y que pululan y te pegan patadas en la mente, quejándose de su encierro, hasta que las sacas fuera y te libras de ellas. Augury fue así. Es más, el movimiento fue mecánico: cogí rápidamente una hoja en blanco y dibujé a la chica. La tenía ya tan visualizada que tardé muy poco en hacerla. El color y el fondo también los tenía en la cabeza y tardé relativamente en pintarla.

Tal vez sea una chorrada, pero los dibujos que surgen de mis arranques de inspiración me gustan el triple de los que hago cuando me siento a pensar en que dibujar. Son como ideas que surgen, que estaban escondidas en el fondo de la mente y que, de repente, se cansan de estar esperando a que las encuentres y salen ellas solas, y hasta que las sacas, no te dejan en paz. Y siempre surgen en momentos en donde no te encuentras en tu mejor estado o no estas haciendo lo que deseas, lo que te gustaría, y salen de repente, aparecen de no se donde para decirte "ya está bien, hazme caso y deja de lamentarte por todo".

Tal vez sea una paranoya mia, pero cuando acabo de plasmar una de esas ideas, me siento realmente orgullosa de mi misma. Los resultados me muestran de lo que soy capaz de hacer, de que aunque no me de cuenta, que aunque a veces me sienta vacía y sin ganas de imaginar o idear nada, las ideas siguen ahí, ocultas, y que solo hay que buscarlas... o al final serán ellas las que te encuentren.

Tal vez Augury no sea la octava maravilla, y soy muy cosciente de que hay muchos dibujates infinitamente mejores que yo en DeniantArt que lo superan con cuatro garabatos, pero estoy terriblemente orgullosa de esta imagen. Es la total y absoluta representación de lo que me asaltó a la mente, fiel hasta el último detalle, la idea etérea plasmada al completo en un trozo de papel.

Tal vez no sea más que una idea sosa, que no sea el colmo de la originalidad y que tampoco sea para tanto... me es mi idea, y pocas veces antes, por no decir ninguna, he podido transmitir a mi lápiz exactamente lo que estaba pensando.