*Yum Yum* :)___
Bueno, ya me deja subir posts el cachumbo este...
La verdad es que no he tenido tiempo de escribir mucho...
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¬¬U
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La verdad es que no he tenido tiempo de escribir nada, pero rebuscando entre mis chorradas e idas mentales (sí, me las guardo XD), he encontrado esto...
No se si lo recordaréis, es una paranoia que escribí en la biblioteca de mi universidad un día que me tocó comer sola. La verdad, aquel día fue realmente... ENTretenido XDDD (cagüentó, Chache, me has pegado la manía de los chistes de ents!! >_<) Living the University -Día Felíz-
Después de tanto tiempo sin enviar linvings the university, vuelvo con esta espeluznante historia totalmente verídica.
Este es un día felíz en la Universidad de Alicante cuando te quedas a comer sola...
Era un bonito día. Las clases no habían ido del todo mal y dentro de lo que cabe me sentía animada. Sin embargo, y por ciertas circunstancias, mi compañera Ángela, con la que suelo comer, se tuvo que ir. Macarena hizo lo propio, ya que vive en Alicante y se fue a comer a su casa, Cristóbal y Natalia no tenían prácticas así que cogieron el autobus para Elda, lo mismo que hiceron Edu y Vero (Akio e Ifurita), pero éstos en vez de irse pa Elda se fueron pa Elche. Conclusión: me quedé to sola.
El cúmulo de infortunios comenzó en la sala de ordenadores de la biblioteca general, ya que tras un cuarto de hora esperando a que quedara libre algún ordenador, cuando por fin consigo pillar uno e introduzco la tarjeta... POF, le pego un manotazo, la muevo, y antes de que pueda gritar MIER...coles, desaparece el escritorio y toda la felicidad que traían consigo los iconitos... Momentos después, con el corazón en un puño y el orgullo desparramado por el suelo al percatarme de que la de al lado había visto mi desliz mientras leía un mail de su novio, introduzco de nuevo la targeta y.... MEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEC, "No puede utilizar el monitor hasta dentro de 15 minutos".
Tras reprimir un irresistible impulso de mandar el monitor contra la pared más cercana, me levanto tras soltar un "joer" con mi mejor cara de idiota y me largo ante el asombro de la de al lado, que pasaba del mail de su chico para ver como me largaba a los cinco segundos de haberme sentado.
Reprimo un impulso de lanzar a la de al lado contra la pared más cercana.
Por fin encuentro un ordenador libre, y me siento junto a un par de francesas que no paraban de parlotear. Finalmente, decido ir a estudiar un poco...
Tras una hora de aburrimiento intensivo y tras intentar dibujar alguna chorrada sin éxito, pruebo a llamar a mi primo para quedar para comer. Tras dejar sonar quince tonos deduje que mi primo Alex no iba a contestar, así que llamé a Pepe, que muy caritativamente había apagado el móvil.
Salgo algo fustrada de la bilbioteca, me pongo las gafas de sol y me voy a vagar sin rumbo por el campus, hasta que acabo en la biblioteca de ciencias en donde decidí entrar tras probar a llamar a mi primo y a Pepe otras tres veces sin éxito. Pero en la biblioteca estaban ordenando los libros (cosa que NUNCA hacen, y pa un día que voy van y se ponen a dar vueltas por todos lados), con lo cual no paraban de empujarme por los pasillos con la excusa de llevar los libros a su puñetera estantería. Con cierta amargación salí y me fui a dar tumbos de nuevo por el campus, en donde me encontré con dos patos (que raro ver patos en la universidad...) que parecían algo anormales porque intentaban seguir nadando en el estanque cuando hacía ya tiempo que habían chocado contra el muro.
Tras un par de toques más a Alex y a Pepe, y tras otra visitilla rápida a los ordenadores, me resigno y me voy a comer sola.
Tras un cuarto de hora de cola quilométrica, con un calor del copón a causa del abrigo y con la espalda ya llorando por el peso de la cartera, por fín llego al buffete. Primero cogí de postre un par de trozos de piña en almíbar colocadas MUY INTELIGENTEMENTE en un cuenco hondo, con lo cual la tarea de cortarlas iba a ser complicada si quería evitar que todo el líquido acabase en mi camisa. A continuación, la chica de la barra me preguntó que qué quería de primero.
Le pedí tallarines.
Joete que no quedan.
Le pedí macarrones.
La chica, tras apartar todo el queso fundido y cualquier tipo de condimento, contó cuatro macarrones, los puso en mi plato, me lo pasó y prestó toda su atención al tío que llevaba detrás. Tras pillar la bebida (agüita), me dispuse a pagar como buena ciudadana. 3'50 euros. Saco elegantemente mi cartera del bolsillo. Abro la cremallera que contiene el dinero. Tiro el dinero al interior de los macarrones. Suelto una risilla de subnormal y recojo el dinero del plato de macarrones. Tiro la cartera entera en el el plato de macarrones. Resisto el impulso de mandar el plato de macarrones contra la pared. Pago a la chica, que me miraba con pena. Resisto el impulso de mandar el plato de macarrones contra la cara de la chica.
A continuación voy a buscar un sitio pa sentarme tras pegarle un empujón a la chica que iba delante mio.
"Perdón" -le dije.
"Te fastídias" -pensé.
Cuando conseguí un sitio aceptable, fui a aliñar la ensalada. Le pongo el aceite. Me inclino para alcanzar el vinagre, y al inclinarme las tiras blancas de mi camisa se introducen limpiamente en la ensalada, embadurnándose de aceite. En esos momentos tomo la importante decisión de no acercame al estanque de los patos con la cartera llena de tomate de los macarrones y la camisa oliendo a aceite de oliva...
Cuando regreso a mi sitio, una pareja de señores (señora y señor) ya entrados en edad se sientan a mi lado. El hombre buscaba el aceite, y lo cierto es que parte de mi cabreo y de mi ira se fue ya que me hizo gracia el señor, gracia en el buen sentido. Pero cuando el buen hombre se situó tras de mi, alzando triunfante la aceitera y diciéndo con alegría a su compañera "¡ACEITE!", y tirándome en el acto un PEDAZO DE GAPO en toa la mano, tuve que recurrir a todo mi autocontrol y fuerza mental para no saltar de la silla, subirme a la mesa levantando mi bandeja y empezar a reirme histéricamente mientras me ponía a bailar rap.
La comida fue pasando...incluso encontré una moneda de 5 céntimos que había quedado oculta entre los macarrones... y entonces, por fin, el de arriba se acordó de mi. No, no me llamó ni mi primo ni Pepe para comer, pero se sentó delante de mí un tío que estaba como un queso. Yo estaba con el café e intentaba no mirarle de forma descarada... pero entoces comencé a sentir que la naturaleza hacía acto de presencia en mi ser, activando los instintos más primitivos que pudiese tener... no podía aguantar más, era superior a mis fuerzas... y entonces me levanté de sopetón, muy erguida para marcar las curvas de mi cuerpo (las de la barriga), y echándome el pelo para atrás, dirigí una última mirada al chico del queso y... me fui pitando pal cuarto de baño PORQUE ME ESTABA MEANDO COSA MALA.
En el baño había cola y tuve quedarme esperando a que saliera la que estubiese dentro, quedándome parada justo delante del maldito espejo, y como es normal en las mujeres, y a mi edad, cuanto más tiempo me tiré enfrente del espejo mirándome, más defectos me sacaba, de manera que entré en el wáter casi llorando...
Cuando volví a la mesa, guardé la cartera con el tomate y todo y me fui. Llamé a Pepe y a Alex, aunque ya no sabía por qué...
Entonces, como no tenía na que hacer, me dirigí, una vez más, hacia la sala de ordenadores. En el camino me tope con dos tios (que si no estaban como un queso, estaban como un yogur...) tumbados en el cesped que me lanzaron un par de miradas (supongo que tenía una pinta muy patética...)... pero yo me fui a la sala de ordenadores a escribir toda esta chorrada.
Creo que hice mal... T_T
FIN!!!
(q triste, eh?? XD)
PD: Y pa colmo, voy a llegar tarde a prácticas. Wiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii....
¡Pero cómo disfruto en la universidad! XDDD
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