Nada en especial...

Le queda o no le queda bien el pelo repeinado? XD (a estas horas y yo pensando en gilimemeces... gilimemeces que están muy buenas, pero gilimemeces al fin y al cabo...)

Son las tres de la mañana y estoy desvelada... No sabía muy bien que hacer, y...bueno, es el problema de tener internet en tu cuarto: puedes disponer de él cuando quieras. Y eso es igual que cuando pillas pareja: cuando no tienes te da igual, pero cuando lo consigues ya lo quieres a todas horas XD

Lo cierto es que no se muy bien que escribir, ya que la cosa más interesante que me está pasando ahora es que un mosquito está terminando de tocarme las narices...

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ñumf.
No me gusta quedarme despierta hasta tan tarde... me hace pensar. Pensar en el verano. Nunca me ha gustado y dudo mucho que me guste nunca: hace calor, te agobias enseguida, las pequeñas cosas que en época de trabajo eran especiales para ti se vuelven insulsas al disponer de ellas todo el tiempo y el exceso de tiempo libre al final te hacer caer en el´más profundo de los aburrimientos.
Porque yo me aburro. Me aburro mucho en verano, incluso a veces me doy asco. En ocasiones puedo llegar a un estado en donde estoy tan hastiada ya de no hacer absolutamente nada que paso incluso hasta de salir. ¿Para qué? Puedo hacerlo mañana. Tengo todo el tiempo del mundo. ¿Para que apresurar las cosas?.
No digo que quiera volver a la angustiosa época de exámenes, pero, joer, que de llevar una vida hiperactiva en donde todos los días pasaba de todo a entrar en la más absulota de las monotonías de un día para otro es un poco fuerte para mi... en cierto modo, necesito trabajar. Hacer algo. Cosas. Lo que sea. Pero bajo cierta... presión. Necesito que alguien espere a que yo termine lo que estoy haciendo, que me lo pida, que me anime en plan bestia... Es egoísta, lo se, pero soy así.

Si uno se para a pensar, realmente el trabajo en su justa medida es sano. Y no me refiero solo al trabajo de oficina, laboratorio o estudios, no... hablo de esas pequeñas cosas que deseamos hacer durante todo el año, mientras no tenemos tiempo para nada y que, justo cuando acabamos hacer todas nuestras tareas de la jornada, del semestre o cuatrimestre, cuando ya tenemos todo el tiempo del mundo para hacerlas... no las hacemos. ¿Para qué? ¿Alguien las espera?. No. Las haces porque quieres, pero hacer algo para ti exclusivamente para ti mismo/a, y aunque me tachen de comercial, es una soberana falsedaz.

¿Para qué tirarse horas y horas haciedo un dibujo, cuidando que cada detalle sea perfecto, para que luego solo lo vea yo? ¿Para qué escribir una historia con páginas y páginas si luego nadie la va a leer excepto yo cuando me aburra? ¿qué pretendo? ¿admirarme yo sola? pf... pues que bien. Eso ya se hacerlo. Así pues, si no voy a hacer mis trabajos libres para mi misma, porque es una chorrada, y tengo todo el tiempo del mundo para hacerlos porque nadie me los va a reclamar como si de un trabajo universitario se tratara, ¿para que hacerlo hoy? Nah. Hoy es mejor sentarse en el sofá, a mirar las moscas (dípteros) volar por todos lados y desperdiciar un poco el tiempo. Que para eso está el verano. Para hacer las cosas que no pudiste hacer durante el curso... pero, ¿tiene que ser precisamente hoy?

Con esto lo que quiero decir es que... ... bueno, no tengo ni zorra idea de lo que quiero decir (estoy desvariando en plan descarado...son las tres y media de la madrugada, por la gloria de Kishimoto...), pero tal vez sea algo como que, joder, vale que tenemos un par de meses para hacer el pardillo, pero eso no significa que las horas masivas de tiempo libre nos ayuden mucho... más bien, en muchos casos, son perjudiciales.
Por ejemplo, antes, mientras estaba en exámenes, aprovechaba la media hora del café de la mañana (cuando madrugaba para estudiar) para mirar los foros, el correo, los blogs y cualquier cosa que me diese tiempo en ese tiempo. Y esos treinta minutos eran sagrados. Durante esa época colgaba un post cada dos o tres días, usando el tiempo de descanso que me tomaba después de comer. Y no buscaba temas para escribir, ni me forzaba a dibujar las tiras estas chorras que colgaba de vez en cuando... simplemente se me ocurrían. Al igual que la mayoría de los dibujos de Sachie Shiratorie y la idea de Armitage, el relato de El Pan, el poema de Namida, tres o cuatro ilustraciones para Deviantart... y yo no las buscaba: se me ocurrían. ¿Y por qué? pues porque esos pequeño descansos, esos minutos en donde podía hacer lo que quisiera, los aprovechaba y cuidaba como oro en paño, porque eran los únicos momentos en donde podía soltar todo lo acumulado de la forma que quisiese, las ideas se me amontonaban como vía de escape a los libros y apuntes y las palabras de los relatos se formaban solas mientras intentaba concentrarme en apenderme las propiedades de E. Coli. ¿Y por qué apreciaba esos momentos? Porque eran escasos. Porque se acababan...

Y ahora... ¿qué pasa? ¿cuántas veces me dije durante los exámenes "en cuanto termine haré esto o aquello" "terminaré todas estas cosas que me he propuesto" "iré a tal o cual sitio" "empezaré este nuevo proyecto..."
...
Nada.
No quiero hacer nada.
¿Para qué empezar hoy... si lo puedo hacer mañana?

Umf... quiero dormir... >_<