¿Qué ves en el espejo?

A veces sucede que te miras al espejo y no estás seguro de lo que ves: si el reflejo de tal como eres, el que tu quieres ver o bien el que los demás desean ver en ti.

Es una sensación muy rara, es como ser tres personas a la vez: la que eres, la que te gustaría ser y la que muestras a los demás.

La que se muestra a los demás, por regla general, es el reflejo que se observa en una habitación con la luz encendida. Luminoso, alegre, colorido...
Eso no está mal. Gusta a los demás, y te gusta a ti. Y no necesariamente tiene que ser irreal, ni considerarse malo o falso... pese que algunas veces no concuerde mucho con el reflejo real de la persona.

La que te gustaría ser, en cambio, creo que se ve cuando apagas la luz de esa habitación. Ver tu reflejo en la oscuridad te permite observar aquellas cosas imperceptibles que no tienes, ni tendrás jamás. Aquellas cosas que se sumen en la sombra de la inexistencia.

Valor.
Serenidad.
Honestidad.
Iniciativa…

Adjetivos, definiciones.
Elementos que al encender la luz desaparecen, pues en realidad no están. Solo son sombras de un deseo, de una personalidad inventada.
Entes que en realidad no existen en tu vida. Solo la adornan (la adornas) para que parezca más bonita.

Porque, admitámoslo, nadie, o casi nadie es capaz de decir de forma totalmente honrada que posee todo el valor, la serenidad, la razón o la iniciativa que querría tener.

Por que no. Por algún lado algo falla.

Y esto no es malo.

No existen las personas perfectas, y eso es lo que las hace hermosas y únicas.

Pero sí que existen las personas que se obsesionan con esas sombras… que se pasan la vida con el cuarto oscuro, sin encender nunca la luz, pues no quieren perder de vista esas brumas tan ansiadas, tan deseadas, y tan etéreas…
Y se pasan la existencia anhelándolas. Se pasan la vida en la oscuridad, mirando el reflejo de una persona que nunca podrán llegar a ser.

Y pasan tanto tiempo en la negrura, que al final la luz les hace daño… y en el peor de los casos, nunca más la encienden.

Por otro lado, y ya por último, esta ese reflejo real…

En realidad, no existe tal reflejo.

Un reflejo nunca es real, es solo una imagen.
Lo real, lo que es verdaderamente auténtico, es la persona que crea ese reflejo.

Una persona que toca.
Que siente.
Que habla.
Y vive continuamente navegando entre días y noches.

Entre lo claro y lo oscuro.

Y esa persona, ese ser de carne y hueso, que se puede tocar y sentir, ese ser es el que decide si enciende la luz, o la deja apagada.

Aunque algunos, simplemente, ni siquiera se miran al espejo…

Y eso sí que es lo realmente malo.

***

Perdón por la paranoia, pero es que anoche no podía dormir y... bueno, pues eso...

Edit: Una cosa... que este post no viene de que me haya entrado ahora la paranoia de querer cambiar, de que no me guste como soy y cosas de esas, eh? es solo una idea que se me ocurrió y me apeteció escribir :)
(lo digo porque dos o tres personas me lo han preguntado... no pasa nada, en serio, solo se me ocurrió ^_^)