No verás nada real en vacaciones

Foto tomada desde una loma del Clot de Galnavy (Arenales del Sol)

El otro día hablando con mi madre, y viendo las fotos de Egipto que trajeron mi hermano y su mujer tras su viaje de luna de miel, he llegado a la irrefutable y absoluta convicción de que el turismo no es más que una TOTAL Y ABSOLUTA FARSA.

Y ya no lo digo solo por el turismo playero que tengo que soportar cada verano, eso es lo de menos, es… es… el concepto de turismo masivo sacuartos.

Y el peor turismo del universo infinito es el llamado turismo “cultural” o “natural”.

A ver, por partes, que se me va la neura y luego no se me entiende…

Una cosa es que, en verano, la gente busque clima de costa. Bien, lo comprendo. Yo he vivido toda mi vida cerca de la playa y no se como debe de ser un clima seco como el que se debe de pasar en Madrid (al menos, no se lo que es todo el año). Vamos, que entiendo el turismo costero y no creo que nadie tenga derecho a impedir el paso a la gente que viene de fuera en busca de playa: la playa es de todos y que venga quien quiera.

Sin embargo, llega un punto en el que simplemente ya no se puede bajar a la playa. No se puede, porque agobia, porque no se está agusto. Y no es por nada, no tengo nada en contra de los extranjeros, pero hasta las playas más grandes tienen aforo limitado, y se debería controlar: cuando no cabe más gente, no cabe, y PUNTO. Que una de las cosas por las que no soporto ir a la playa en verano es por el inaguantable acumulo de gente que llega a aglutinarse allí.
Bastante calor hace ya como para estar allí apretujao con el alemán y el inglés de turno.

Que no chufas, que no. Que se pida hora, o que se ocupen zonas más despejadas aunque no sean las más idóneas (quien madruge más, mejor sitio, elis elis), que no se puede condensar a tanta gente en una playa sin destrozarla, sin mencionar la mierda que tiran los guarros de turno por todos lados, especialmente bordeando los chiringuitos.

Y todo esto, esta acumulación masiva de carne humana, se ve agravado porque el ayuntamiento que es tan, pero taaaaan listo de la muerte ha decido hacer chopotrocientos chalecitos en primera de línea playa cuando YA NO CABEN MÁS, ya que ya se está bordeando de forma alarmante el Clot de Galvany, que es un espacio natural protegido.

Y sí, mi casa de Arenales está justo enfrente también.

Porque así podemos ver la naturaleza más de cerca. Podemos admirar ese bonito espacio protegido.

Que bonito.

…

Pero vamos a ver, PEDAZO DE GILIPOLLAS, ¿¿Cómo mierdas se va a poder admirar un espacio protegido si TE LO CARGAS?? No, no edificas encima de él, claro que noooo, solo lo bordeas, creando una muralla a su alrededor que genera ruido, luces, polución, etc… pero, ah!! No estas edificando encima.

Venga, por dios… di que quieres enriquecerte sacando pela a los de fuera, pero no me digas que respetas el espacio natural porque no.
No me vengas con que es un espacio protegido porque está más seguro un gusano en un nido de golondrinas (europeas).

Si quieres conservar el espacio natural, no edifiques en masa a dos metros de él, no te cargues la vegetación para hacer caminitos para que los turistas puedan visitarlo más cómodamente y no pongas aparcamientos a dos pasos de las dunas que tanto quieres conservar.

Pero si lo que se hace con el turismo costero ya es malo, peor es lo que se hace con el turismo cultural y natural.

Un ejemplo muy claro es el de las visitas a las cuevas.
Sí, estas cuevas tan chulas que están llenas de estalactitas y estalagmitas, y que dejan a la gente que las visite tan alegremente.

Y les ponen música de fondo.
Y les hacen escaleras artificiales.
Y les ponen portones que impiden el paso de la poca luz que pueda entrar.
Y les ponen focos.

Y todo esto para que el turismo pueda admirar las maravillas de la naturaleza.

Ja.

Y una mierda.

Lo que el turista podrá admirar ahora es el cadáver macabro de lo que antes fue un ecosistema lleno de vida.
Un ecosistema muerto por esos focos que acaban con la fauna adaptada a una vida con muy poca iluminación, por esa puerta que impide llegar la poca luz solar y aire que pueda entrar en la cueva, asesinando a millones de organismos que, a su vez, son el alimento de otros organismos que tambiñen acaban por perecer. Que ponen esa música alegrándoles el día a los murciélagos y otros animales que se guían por el oído… vamos, que los pobres andarían dándose ostiones contra las bonitas estalagmitas.

-No se preocupes, ya no hay murciélagos aquí. –dijo el guía.

No te jode, ya de paso pon un altavoz con heavy metal a toda potencia, a ver si vuelven.

Y luego, por otro lado, está el tan bien visto turismo cultural.
A ver pirámides, a ver coliseos, a ver monumentos…

Pero vamos a ver, hombre de dios… ¿es que la gente es TAN CIEGA que no puede ver que montar puestos de souvenirs al lado de las catedrales, que instalar aire acondicionado en los templos, que montar un McDonalds a dos pasos de una esfinge quita un poco el… encanto??
Allí no vas a ver nada cultural, vas a ver una atrocidad. Una vergüenza.

Vas a ver a un montón de gente que la mitad de las veces (ojo!, no siempre) no se entera de una mierda dando vueltas y haciéndose fotos, vas a ver como una masa humana va a agolparse ante la entrada de los museos sin saber ni siquiera que está viendo. Vas a ver como se cargan monumentos impresionantes solo para acondicionarlos mejor para el uso turístico.

Vas a ver como ponen escaleritas de mano en las pirámides (que tanto se estilaban en aquella época), o bien verás coliseos plagados de grafitis y dibujarros, porque cuando no se pasan, lo dejan, y tratan el patrimonio como si fuese una mierda (y lo del coliseo lo puedo verificar de primera mano, que yo lo he visto).

Vas a ver una falta total y absoluta de respeto. Y no siempre por parte de los turistas, que, repito, tienen todo el derecho a ver las cosas que hay en el mundo, si no por parte de los que permiten la destrucción casi total de un patrimonio tan hermoso como son las señales de un pasado por el acondicionamiento a la modernidad. Un “esto no era así al principio, pero queda así más bonito”.

En definitiva: no vas a ver nada de cultura real. Vas a ver la cultura que a ellos les da la real gana.

Y luego, por supuesto, el entorno natural también acaba por resentirse. Por ejemplo, hay tanto barco turístico ya en el Nilo que todos los cocodrilos que antes habitaban en las orillas han desaparecido. Totalmente.

Pero los turistas pueden maravillarse de la naturaleza.

No hay cocodrilos…

Pero bueno, los cocodrilos no cuentan como naturaleza, ¿verdad?

Je-je-je.
Pero que lista que es la gente, joder.
Que LISTA.

Se que todo el mundo tiene derecho a ver las maravillas que hay en su mundo: todos vivimos aquí.
Pero, coña, que si siguen así no va a haber ninguna maravilla que ver. Al menos ninguna real.
Todas serán modificadas, o bien desaparecerán.

Sinceramente, yo creo que si quieres ver las cuevas, me parece genial: hazte un curso de conservación y vas y las ves como diox manda.

Si quieres ir a la playa, perfecto: ve a un sitio que no esté colapsado hasta la muerte. Ya no es por nada, es que resulta desagradable hasta para el propio turista (con lo cual, no vuelve).

Si quieres ver monumentos, guay: cómprate un libro informativo, te lo lees y luego viajas por libre y lo miras.
Si te informas por tu cuenta de lo que vas a ver antes de ir, podrás moverte tu mismo y entender y disfrutar el doble de lo que estás visitando, sin necesidad de andar corriendo detrás de un guía.

No se… lo mismo soy demasiado radical, pero os hablo desde la experiencia: yo he hecho ambos tipos de turismo, el libre y el guiado, el de playa y el de montaña, y sinceramente no hay nada mejor que ir con una caravana o una tienda de campaña, tu guía en la mano y hacer lo que te salga de las narices sin necesidad de cargarte lo que vas a ver…

Oh, y si por algún casual vais algún año a Venecia, un consejo: visitadla por la noche. Tal vez sea el único momento en donde aun pueda entreverse algo de belleza real en esa ciudad castigada por los puestecitos y los barcos de vidrieras...