Complejo Osaka

Tenemos taaaaaaaanto en común... u_uU

Bueno, primera semanita de universidad. Y... bué, teniendo en cuenta que me tengo que quedar todos los días a comer (y que en algunos la comida va a tener que ser tomada directamente vía intravenosa a falta de tiempo... ), ha ido todo bastante bien.

...

Excepto el día... el día de los vaqueros claros...
Para un día que me da por ponerme ropa clara... unos pantalones vaqueros azul clarito, demasiado ajustados y demasiado bajos para mi gusto... pero los demás estaban sucios, sigh...

Fue un bonito jueves, el cual me tocó levantarme a las ocho para coger uno de los primeros autobusess para asistir a unas clases de primero (con lo cual, me asaltó el típico dilema de cualquier estudiante que ya pasó le primero hace dos años... "mmmhfffrmmf... ya tengo los apuntes, no voy... ñuuuj... pero debería ir y enterarme de si hay algo nuevo... juuurfffñufñuf.... no, no voy, que tengo sueño.... mmmmgggrff....).
Al final me levanté, con la secreta esperanza de poder coger el bus y dormir los veinte minutos de trayecto.
jeje.
Que inocente...

El bus si que lo cogí... pero con todas las plazas ocupadas. Al conductor le debimos de dar pena los cuatro pringaos que entramos en último lugar y nos dejó pasar. Lo malo es que no tenía sitio para sentarme, y pese al sueño que tenia me tocó quedarme apoyada en la puerta del aseo este que tienen todos los autobuses y que no se abre aunque a uno se le revienten los riñones de tanto aguantar, junto a un tío que apoyó la pierna en el asiento de enfrente (impidiéndome llegar al último escalón de la escalera que conducía al segundo piso, que era el único sitio en donde una podría sentarse...).
Al menos tenía la música del discman...

Muy bonito. A los diez minutos de ir de pie llegué a la conclusión de que o me sentaba o del mareo que llevaba entre el sueño y las curvas todo el autobús descubriría mi desayuno. Así pues, me dirigí al chaval de al lado para que se apartase y me dejase llegar al escalón... pero justo en ese momento el autobús tomó una curva, perdí el equilibrio y el pobre chico se llevó un bonito codazo...

...
...
...
ahí...
...
¬¬U
en el lugar que más pupa hace... yug.. =_=

El chico e miró con una cara de "que copones estás haciendo?" a lo que yo respondí con una en la que claramente se leía "¡apártate, coño!" XD
Al final llegué al escalón... al menos no bosé... u_u

Peero, claro... la maldición de los pantalones claros no acaba ahí.
Pos no.
Nada más llegar a la universidad, descubro que aun me falta media hora para la clase, así que me dirigí a la máquina de café para tomar algo.
Y saqué el café.
Y cogí el vaso con el café...
...
... y vi dos personas sentadas en un banco.
"ooooh, dos personas en un banco", pensé (que gran acontecimiento...), y mientras admiraba a esas dos personas en el banco, el vasito de café tomó un ángulo extraño y...
...
jum... las manchas de café se notan más en los pantalones azul claro que en los negros ¬¬U

Con dos manchurrones del tamaño de Mongolia en el pantalón, fui corriendo al baño (pasando por un pasillo lleno gente que me miraban a mi, toda una alumna de primero, segundo y tercero que soy, con dos preciosas medallas...). Por suerte, en el aseo no había nadie, así que no hubo testigos cuando el radio de los manchurrones aumentó el doble cuando empecé a echar agua.
Al ver mi obra, tomé una decisión: hasta que eso no se secara, no saldría del aseo (demasiada vergüenza para mi pobre orgullo, que en aquellos instantes ya andaba arrastrándose por el suelo y suplicando piedad...).

Así que me tomé el café (lo que quedaba… jo, ya que lo había pagao…), me lavé las manos y me enjuagué la cara, intenté secarme el pantalón con el secador de pared (que el muy jodío solo se activaba si ponías una mano debajo, así que me tocó subir la pierna mientras mantenía la mano bajo el foco y hacer malabarismos varios... total, para nada ^^U) y me metí en uno de los baños cuando entró otra chica. Me senté allí un rato, mientras la peña que me había visto entrar en el aseo se preguntaba que chufas hacía yo ahí dentro durante casi 20 minutos...

Al final supuse que o me daba el sol o aquello no se secaría nunca, y asumiendo que a la clase de primera hora o entraba sin pantalones o no entraba... (no entré ¬¬)..., salí para fuera y crucé corriendo el pasillo hasta salir y llegar al césped. Y allí me quedé... mirando el cielo, que antes hacía juego en color con los pantalones (en esos momentos de color indefinido).

Y allí estuve, jugando con los horarios y contando las hojitas de césped hasta que aparecieron Keirana, Siltha, Darja y Devioren y les dije que, por la gloria de la piña, se quedasen conmigo... o que al menos me dejaran unos pantalones :___)

Sigh... necesito unas vacaciones...
otra vez...

...
...

y una conexión decente... =_=